“Aquello que yo buscaba mostrar era un mundo donde me sentiría bien, donde las personas fueran gentiles, donde habría encontrado la ternura que esperaba recibir. Mis fotos eran una prueba que este mundo puede existir”.
Son las palabras que exprimió el fotógrafo Robert Doisneau, nacido en Francia hace 100 años recogidas de su biografía. Hoy se conmemora un centenario de su nacimiento.
Se le recuerda en sus trabajos para a agencia ADEP donde un encargo es reflejar la alegría y jovialidad de la ciudad tras la desgracia de la guerra. No eran fotos espontáneas sino de un elaborado estilo profesional.
Todo su trabajo siguió orientado a la vida pública, sus personajes y a su estilo no espontáneo sino el de “mi foto es la del mundo tal y como yo deseo que sea”.
La polémica de una de sus fotografías llamada “El beso”, descubrió las dificultades que esta profesión puede presentar.
Robert Doisneau retrató a una pareja de actores, sin embargo fue demandado por dos desconocidos, hasta que se comprobó la identidad, gracias a una secuencia de fotos de diferentes lugares donde figuraban los contratados.
Fue demandado más tarde por la pareja de actores, que buscaban una participación económica de las ganancias, pero una vez más Doisneau comprobó que les había pagado en su debido tiempo.
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