En una fría mañana de marzo despierta así el río Laja, en Chile. Desde Yumbel, cientos de personas en peregrinación, llegan en la madrugada y descansan en plena naturaleza con el sonido de la caída del agua en Los Saltos del Laja.
Mientras algunos preparan un suculento desayuno, otros duermen bajo la sombra de frondosos árboles, y muchos gozan de la postal que ven sus ojos en pleno otoño; el río, el verde de la naturaleza que predomina, los invita a pasear. Unidos en el ambiente de paz y armonía, un ejemplo a imitar en la sociedad individualista en la que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario