Con el ánimo mermado y sin tiempo de recuperación tras un fin de semana en blanco ya estamos aquí de nuevo, con la disponibilidad como única virtud, cual meretriz proletaria.
Haciendo de tripas corazón y de mis ojeras rasgo interesante: venidos a menos, vamos.
Pero un Barón siempre sonríe ante la adversidad del lunes, ya se sabe, otro café y adelante que se nos hace tarde.
Si nos quitan la guitarra ya buscaremos la manera de que algo siga sonando.
Coño, que no se diga que no nos quedan recursos.
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