Que el señor Amid Achid quiera relanzar los míticos almacenes Número 1 (¡ojo a los comentarios de personas que buscan empleo, publicando sus teléfonos!), me parece bien (¡ay! ¿dónde estaran aquellas camisetas que se desteñían desde el primer lavado?), pero jamás le voy a perdonar el trauma irreversible y sin curación posible que me ha causado el visionado del siguiente anuncio:
A pesar de recibir decenas de avisos sobre las posibles consecuencias del spot, tuve la osadía de verlo. ¡Todavía sufro escalofríos, cefaleas profundas y agorafobia extrema, sólo de recordarlo! ¡Quedan advertidos!
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