
Pedraz ya había procesado en abril de 2007 al sargento Thomas Gibson y sus superiores, el teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford, por los delitos de asesinato con alevosía y contra la comunidad internacional, aunque ahora mantiene este último y los procesa por homicidio. El magistrado recuerda que Gibson fue el autor material del disparo, quien cumplía la orden de Wolford (al mando de la unidad) y al que se la comunicó el tercer implicado, el teniente coronel De Camp, jefe del regimiento de blindados.
Pese a la decisión de la sala de lo penal, Pedraz reactivó la causa y citó a declarar a Trillo y Palacio, así como a testigos directos de los hechos, además de pedir a Defensa que designara dos expertos en armamento para determinar la "capacidad destructiva" del proyectil lanzado desde el carro de combate contra el Hotel Palestina, donde murió Couso y el reportero de Reuters Taras Protsyuk. En su resolución, el juez señala que "la ´explicación´ norteamericana en la nota remitida resulta escasa y genérica, sin datos concretos; además de cuestionable, porque se contradice con otras diligencias, (...) e incluso se contradice en sí misma, así como con otras explicaciones norteamericanas".
Las autoridades de EE UU explicaron que el ataque se produjo "en defensa propia", ya que se disparó sobre un supuesto tirador "en una respuesta medida, proporcionada y justificada" y que dicha acción era "completamente acorde a las reglas de combate". Para Pedraz esta razón no es válida porque, según los testigos , antes del disparo era un "momento de aburrimiento, en el que no había nada que grabar", por lo que todos estaban asomados a la ventana, y aseguraron que "no hubo ni un disparo durante los tres cuartos de hora que el tanque estuvo parado" frente al hotel.
"No es que se ponga en duda (la razón de EE UU) sino que es necesario aclararla y ampliarla, más a ello se han negado las autoridades norteamericanas", añade el juez, que considera además que el delito existe ya que el sujeto, pese a que hubiera la posibilidad de que no fuera un tirador, sino población civil, "dispara aceptando esa posibilidad y con ello acepta herir o matar civiles". Además, Pedraz advierte que de "darse por buena" la explicación de EE UU "el atacante que no sea capaz de distinguir en un conflicto armado, quedaría inmunes, con lo que los Convenios de Ginebra no valdrían para nada" porque eso significaría que "en la guerra todo vale".
HOTEL PALESTINA
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1 comentario:
Como buenos políticos siempre se tiran la pelota para que los casos jamás se resuelvan a fin de proteger intereses personales y amiguitos. Que verguenza.
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