Cuando hablamos de ahorro, tenemos una componente muchas veces no cuantificamos. Esta componente es el tiempo que nosotros mismos desempeñamos en realizar las tareas que tengamos que llevar a cabo.
El vídeo que acompaña a este post, es una representación pura y dura de organización a la hora de ahorrar tiempo. Este chico tarda cinco minutos cronometrados en estar preparado para irse a trabajar desde que se tira de la cama hasta que sale por la puerta.
Todavía estoy impresionado cómo se quita el pijama y pone el traje este chico. Ojo al dato con el nudo de la corbata. No obstante, echo en falta en el vídeo una ducha, un momento de relax en el baño y por supuesto un peinado, puntos que pasa por alto. Sobre el desayuno que se prepara, mejor no hablamos.
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