Y por eso el Gobierno israelí no ha permitido a los periodistas extranjeros entrar en Gaza desde el inicio de los bombardeos. No quieren testigos "antisemitas".
La censura y la intimidación están funcionando a toda máquina. Hasta hace unos días, políticos y militares israelíes estaban bastante contentos con la cobertura periodística de la crisis. ¿Quién puede quejarse cuando tienes hasta a The New York Times a tu servicio?
[La viñeta es de Vergara.]
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