Colaborador de la agencia Cuba Press e impulsor de la revista De Cuba, la primera independiente de la isla, González Alfonso encarna las dificultades que el régimen castrista impone a los medios de comunicación que se resisten a seguir la línea oficial, según afirma el secretario general de RSF, Jean-François Julliard.
Mensaje de esperanza desde su celda
Desde la prisión de La Habana, en la que cumple una condena de 20 años de cárcel, González Alfonso ha logrado enviar un mensaje a través de su esposa. Fue ella quien recogió el galardón en su nombre de manos de la Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi.
El periodista ha dedicado el premio a los 19 reporteros que desde la "primavera negra" siguen encarcelados en Cuba, un país al que RSF considera la segunda mayor prisión para la prensa tras China, el periodista envía en su misiva un mensaje de esperanza.
"Este presente no es el fin de los tiempos, sino el preludio de una época en la que no habrá rejas ni en el interior, ni en el exterior", dijo por boca de su colega, liberado en febrero pasado.
"En mi cautiverio mis convicciones se han reforzado y estoy seguro de que la lucha pacífica que iniciamos merece la pena. Pese a las duras condiciones que sufrimos, seguiremos luchando por una Cuba con libertad de opinión", aseguró.
La isla del silencio
La permanencia en prisión de González Alfonso "prueba que no todo va bien en la isla, pese a que hay que reconocer que la llegada de Raúl Castro al poder ha ido acompañada de alguna apertura", dijo hoy Julliard.
"Pero no tenemos que llevarnos a engaño. Todavía hay 23 periodistas encarcelados, 19 de ellos desde ese terrible 2003. La información sigue siendo monopolio del Estado y la prensa libre está sujeta a censura, presiones y amenazas", aseguró.
Los principales destinatarios del mensaje, dijo Julliard, son la comunidad internacional, en particular la Unión Europea, "que debe dialogar con La Habana siempre y cuando eso se traduzca en avances en favor de los derechos humanos".
Un periodista en la sombra
Nacido en 1950, el periodista ingresó en medios independientes procedente de la televisión estatal, donde se ocupaba de programas infantiles.
Colaboró con "Cuba Press", una agencia independiente, fue corresponsal de RSF en la isla y participó de forma activa en "De Cuba".
El primer número de esta publicación bimensual vio la luz en diciembre de 2002 y en sus páginas aparecían temas hasta entonces tabúes, como el racismo en la isla o el llamado "proyecto Varela", que reclamaba una apertura democrática del régimen.
Cuando dos meses más tarde salió a la venta el segundo número, fue secuestrado y sus responsables fueron detenidos, entre ellos González Alfonso.
Acusado de ser un "soldado de Estados Unidos" y de haber atacado "la independencia y la integridad de Cuba", González Alfonso fue condenado a 20 años de prisión.
Antes había tenido tiempo de fundar en 1998 junto con Raúl Rivero la Sociedad Manuel Márquez Sterling, que querían convertir en un vivero de periodistas independientes.
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