1. El cuerpo humano recambia prácticamente todos los átomos que lo forman en un plazo de unos 5 años. ¡Unos 1027 átomos! Mírate bien, en unos años no quedará nada de ti.
2. La enzima superoxido dismutasa es la máquina más rápida de nuestro cuerpo, se encarga de eliminar los radicales libres del oxigeno producidos por error en las mitocondrias. Es capaz de realizar hasta 7.000 millones de ciclos en un segundo, estando sólo limitada por la difusión de los sustratos. Al eliminar estos radicales libres impide que las células sean dañadas por el estrés oxidativo, el cual es, en parte, responsable del envejecimiento celular.
3. Una célula recibe entre 1000 y un millón de lesiones diarias en su DNA provocadas por los rayos UV y otros agentes mutagénicos. Para repararlas la célula dispone de proteínas altamente eficaces que pueden encontrar un error entre 15 millones de pares de bases en apenas unos segundos. El equivalente a tamaño real sería como recorrer unos 1000 km de autopista para encontrar un tramo de línea discontinua de un metro.
4. Cada división celular acorta los extremos de los cromosomas, llamados telómeros, de forma que las células sólo pueden dividirse un número limitado de veces. Sin embargo, las células tumorales poseen mutaciones en ciertos genes que les permiten duplicarse indefinidamente. Por ejemplo, una de las líneas celulares más utilizadas en los laboratorios procede de un cáncer de útero que mato a Henrietta Lacks en 1951.
5. Algunas toxinas, como la causada por el tétanos (C. tetani), son tan potentes que una única molécula puede fulminar a una neurona.
6. El cáncer es una de las dolencias graves más comunes: 1 de cada 3 personas puede sufrir algún tipo de cáncer a lo largo de su vida mientras que la anomalía más rara que se ha descrito corresponde al Síndrome del Hombre Lobo, con un caso entre 1.000-10.000 millones de personas.
7. Nuestro cuerpo es capaz de segregar una droga tan potente como la heroína: la beta-endorfina. Esta sustancia es responsable de modular el dolor e incentiva el placer y la euforia.
8. La fiebre es un arma utilizada por el sistema inmune para defenderse de patógenos. La liberación de una hormona llamada prostaglandina E2 desencadena una serie de eventos que, al aumentar la temperatura de nuestro cuerpo, aumentan la movilidad y fagocitosis de los glóbulos blancos, la proliferación de células T y la actividad de interferón, y puede reducir la actividad de muchas toxinas.
9. La mayor parte de la energía contenida en los alimentos es almacenada en forma de tres moléculas: el ATP, el FADH2 y el NADH. Debido a ello las reacciones bioquímicas, las cuales utilizan estas moléculas como dadores de energía, están asociadas a saltos finitos o cuantos de energía. La transformación de la energía contenida en los alimentos es transformada de forma muy eficiente en estas moléculas, por ejemplo, el ciclo de Krebs aprovecha el 62% de la energía de la glucosa. Un motor de combustión aprovecha el 20% de la energía.
10. El anticongelante contiene etilenglicol que al ser metabolizado puede ser mortal para los seres humanos. Uno de los enzimas responsables de su degradación es la alcohol deshidrogenasa la cual utiliza normalmente el alcohol como sustrato por lo que una buena borrachera puede ser un buen tratamiento ante una intoxicación con metanol. Muchas toxinas, drogas y productos químicos afectan al cuerpo humano debido a este tipo de “errores” por parte de las proteínas. En muchos casos las soluciones pasan por utilizar una mayor cantidad del sustrato “natural” que compita con el agente nocivo (aviso: algunos lectores notaran que esto suele depender mucho más de las constantes de afinidad que de simplemente la cantidad utilizada, aunque para este ejemplo no es muy importante). Por ejemplo las intoxicaciones de monóxido de carbono se tratan en muchos casos respirando oxígeno puro.
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