De acuerdo con Human Rights Watch, Rusia ha utilizado Bombas de Racimo en su guerra contra Georgia. La ONG internacional ha conseguido pruebas de que aviones rusos lanzaron bombas de racimo sobre areas pobladas de Georgia, matando al menos a 11 civilies e hiriendo a docenas de ellos.
No solamente es la primera vez que un país utiliza bombas de racimo desde la guerra entre Israel y el Líbano en 2006 sino que, por primera vez, podemos decir que esos hechos son considerados ilegales por una mayoría de países de la comunidad internacional. Por mucho que Rusia no haya suscrito el Tratado de Prohibición de las Bombas de Racimo, ha quedado demostrado que el uso de estas bombas atenta contra el Derecho Internacional Humanitario porque provocan un daño indiscriminado, impidiendo distinguir entre objetivos civiles y militares, sino que también provocan un daño desproporcionado porque provocan miles de víctimas después de finalizado un conflicto.
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