
Los robots, en su mayoría, han sido construidos para ayudar al hombre en las tareas más peligrosas: desactivación de bombas, tareas médicas o incluso para que los dentistas no se sobrepasen.
¿Pero que hay de las tareas más cotidianas? Esto ha debido pensar uno de los estudiantes que han realizado este robot al que han llamado Carlos.
Carlos, empuja un carrito de la compra como si de un humano se tratase. Aunque su pensamiento inicial fue que podría ayuda a los “sin techo” a empujar sus carritos. Pero claro, no me veo yo a alguien que viva en la calle con este robot a cuestas.
Lo que no entiendo de Carlitos, es el por qué de ir ardiendo mientras anda…
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